Las uvas se pueden atragantar. El 2025 obligará a rascarse más el bolsillo con los alimentos, los servicios, los impuestos o ciertos desplazamientos, con pocos puntos positivos que destacar. La fiscalidad es la culpable en algún incremento, como en el súper. Se recupera la estructura del IVA tras la fiscalidad reducida de los últimos años. Los alimentos básicos –pan, leche, huevos, frutas...– pasarán de un tipo del 2% al 4%. El aceite de oliva saltará del 2% al 4%, si bien lejos del 10% previo a las reducciones. Pastas y otros aceites cambian del 7,5% al 10%.
En vivienda, buenas y malas. La previsión es que el Euribor siga bajando al calor de rebajas en los tipos del BCE, lo que deja hipotecas más baratas. Tras cerrar el año en el 2,4%, los vaticinios apuntan a más descensos en el 2025, generalmente hacia el 2%-2,25%, pendientes de los recortes de tipos y la evolución de la inflación. También hay que tener en cuenta que decae el cambio de hipoteca variable a fija sin pagar comisiones, lo que ahorraba unos 1.000 euros, según Trioteca. Si bien se abarata la financiación, la previsión de precios de compra y alquiler es de alzas. Fotocasa espera incrementos del 7% en ambos. En arrendamiento, en enero entra en vigor el índice que regula las actualizaciones anuales bajo la ley de Vivenda, si bien Catalunya arranca como la única con topes, medida estrella.
Pasando a servicios del hogar, lo más importante es que en el inicio del año la factura de la luz volverá a soportar una tasa de IVA del 21%, desde el 10% actual, por lo que se pagará más. Tanto en los consumidores acogidos a la tarifa regulada (PVPC) como los que estén con un precio fijo en el mercado libre. Junto con algunos cambios en los costes regulados, la OCU calcula un incremento en la factura de 106 euros anuales para un hogar medio del mercado regulado, y de 118 euros del libre.
El IVA vuelve a su estructura habitual en los alimentos y la factura de la luz: ambos verán subidas
En el caso del gas, tras la subida media del 9,5% de la TUR en septiembre, toca revisión trimestral en el inicio del año, con un repunte del 10% medio. La tarifa va indexada al mercado del gas natural. Sobre este mercado, “en los próximos dos meses podemos ver dos escenarios. Si el buen tiempo se instala en el continente y los mercados lo interiorizan como de continuidad, los precios pueden bajar. Otro en el que el clima sea más frío, que lleve las reservas por debajo del 40% al acabar la temporada de calefacción, provocaría subidas”, expone Antonio Aceituno, director general de Tempos Energía.
Para el butano, que sube un 8% desde julio, el precio se revisa a mitad de enero y va más ligado al del petróleo Brent, que salvo un tirón de demanda o shock geopolítico se mantendrá estable, asegura.
Subida segura hay en telefonía. Según el comparador Kelisto, Movistar aplicará subidas medias del 5,7% en fibra, 4,3% en móvil, 3% en fibra y móvil y hasta un 14,4% en televisión de pago. En MasOrange los paquetes convergentes suben de media el 3,1%, mientras que en Vodafone el repunte medio es del 3%. Así, dependerá de la compañía y lo contratado. Se desmarca Digi, que asegura que mantiene precios. “Los descuentos parecen relegados a septiembre y al inicio del curso, o a ofertas limitadas”, comenta Sara Perales, de Kelisto.
Los peajes en las autopistas que dependen de la gestión estatal suben un 5% de media
Más variables hay en la factura del agua por la gestión municipal y las tarifas, así como los cánones. En el Área Metropolitana de Barcelona, por ejemplo, aumentará un 6% el precio del agua. También hay novedad en la tasa de residuos, ya que en el 2025 los municipios tendrán que tener un impuesto propio para la recogida y transporte. En Barcelona este capítulo supondrá entre 5 y 10 euros anuales sobre lo ya aplicado, un 19% más según calcula el ayuntamiento, mientras que en Madrid el coste rondará unos 141 euros de media anual, afirma su consistorio. En el área metropolitana de Barcelona, además, sube la tasa de tratamiento unos 6 euros anuales.
En movilidad, se prorroga hasta julio la bonificación estatal en transporte público, lo que supone la gratuidad de los abonos de Cercanías, Rodalies, Media Distancia y buses donde regía. En Barcelona, T-Usual y T-Jove seguirán a mitad de precio todo el año pese a la subida del 3% general anunciada. Madrid mantiene sus descuentos vigentes. La nota negativa al moverse es el encarecimiento en los peajes de autopistas del Estado, con una subida media del 5,1%.
Del peaje al IBI y Correos
En función de dónde se vive se sufren más o menos algunas subidas. El incremento en los peajes afectará en la R-2, R-3, R-4, R-5, M-12, la AP-7 en la circunvalación de Alicante y el tramo Cartagena-Vera, la AP-36 (Ocaña-La Roda) y la AP-41 (Madrid-Toledo), con subidas del 2% para vehículos sin Tag (dispositivo para el cobro electrónico del peaje) y de hasta el 11,1% para el que lo tenga. Según recoge el Boletín Oficial del Estado, la subida menor sin Tag se debe a las limitaciones que fijan las directivas europeas por la utilización de ciertas infraestructuras. La subida media es, pues, del 5,1%. También se ha fijado un crecimiento de tarifas del 2% para el periodo 2026-2032. En el caso del IBI, como siempre, la alegría irá por barrios. En puntos como Madrid o Valladolid se reduce, mientras que se mantiene en las grandes capitales catalanas y sube en alguna como Oviedo. Se sea de donde se sea, la visita a Correos resultará más cara. Los sellos para el envío de cartas normalizadas subirán un 8,54%, mientras que el paquete azul de menos de un kilo lo hará un 3,85%. Las tarifas irán al alza en cartas certificadas: +8,6% en la nacional y +8,8% en la internacional, siempre en menos de 20 gramos.